Iago, un apasionado dibujante desde su más tierna infancia, ha cultivado su amor por el arte a lo largo de los años, acumulando premios que testifican su dedicación y talento excepcional. Su vínculo con el mundo creativo se gestó en las sesiones de dibujo junto a su padre, donde juntos plasmaban en lienzos la belleza de paisajes y zonas urbanas.

Sin embargo, el destino le tenía preparada una sorpresa cuando, explorando la antigua habitación de su abuelo, Iago descubrió una reliquia: la Nikkormatt del año 1972. Esta cámara se convirtió en la llave de entrada a un fascinante mundo visual, despertando en él una pasión por la fotografía que ha perdurado a lo largo del tiempo.

Invertir en carretes para esa cámara se convirtió en una inversión en recuerdos, capturando momentos únicos e irrepetibles. La Nikkormatt es más que un objeto en sus vitrinas, es el símbolo de un viaje artístico que comenzó como un descubrimiento fortuito y se transformó en una apasionante aventura.

A día de hoy, Iago sigue encantado por la magia de crear a través del lápiz y la lente de su cámara, fusionando su habilidad como dibujante con la capacidad de inmortalizar instantes congelados en el tiempo. Cada trazo y cada captura reflejan la evolución de un artista cuyo corazón late al ritmo de la creatividad, y cuya Nikkormatt del pasado sigue siendo un faro que guía su constante exploración en el vasto mundo del arte visual.